Convertir arañas muertas en pinzas mecánicas puede ser la idea de un escenario de pesadilla para algunas personas, pero podría tener beneficios tangibles.
Cuando la estudiante de posgrado en ingeniería mecánica de la Universidad de Houston Te Faye Yap vio una araña muerta acurrucada en el pasillo se imaginó utilizándola como un componente de robótica. Las patas de araña pueden agarrar objetos grandes delicados y de forma irregular con firmeza y suavidad sin romperlos.
Los diseños perfeccionados a través de la evolución han dado forma a robots bioinspirados parecidos a animales que imitan la locomoción de los guepardos y la sumisión de las medusas. Los robots biohíbridos van un paso más allá al incorporar materiales vivos directamente en sistemas de ingeniería. La bioinspiración y la biohibridación han dado lugar a nuevas y emocionantes investigaciones pero los humanos han dependido de materiales bióticos materiales no vivos derivados de organismos vivos desde que sus primeros antepasados usaban pieles de animales como ropa y huesos como herramientas.